Descripción
He aquí una guía esencial que orienta sobre los fundamentos éticos de la sexualidad humana, entendida como dimensión constitutiva de la persona y como ejercicio de esa facultad. La unidad de la persona y la redención del cuerpo son los presupuestos antropológicos y teológicos en los que arraiga la sexualidad, que alcanza la plenitud de bien sólo cuando la dimensión procreadora está estrechamente asociada a la unitiva: son los dos aspectos que definen el acto sexual moralmente bueno.
Además de la forma de la «conyugalidad», la Tradición ética cristiana concreta una segunda modalidad en la que la persona humana puede realizar su propia sexualidad, la de la «virginidad» por el Reino. A estos dos aspectos de la sexualidad humana el autor dedica la parte final del volumen, cuyos capítulos concluyen con ayudas bibliográficas para la reflexión personal
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