Descripción
Fruto de muchas experiencias y encuentros, el jesuita José Luis González nos ofrece una grata y emotiva reflexión sobre uno de los problemas sociales que más han inquietado a Francisco: La migración. Los gestos y palabras del Papa se nos muestran como un signo trascendente de amor y solidaridad. Acompañemos y aprendamos que en cada extranjero que toca a nuestra puerta está presente el Dios de la vida.
Valoraciones
No hay valoraciones aún.